
Fotografía @theapartmentman
Soy de Madrid (1991) pero vivo en Mallorca desde 2020.
Trabajo como enfermera desde 2012 y la pintura me acompaña desde pequeña.
Adoro pintar al óleo, en parte porque es lo que he practicado desde el principio y en parte porque supone todo un mundo de posibilidades que siempre me sorprende. Los colores brillan, los tonos se funden con facilidad y me siento muy libre en su práctica. A veces utilizo otras técnicas, o las mezclo, pero siempre me encanta volver al óleo.
En la pintura me encuentro, hablo conmigo, me pregunto y me expreso. Es un baile, una conversación conmigo misma y con el entorno, que se ve influida por muchísimos factores. Todo ello es lo que acaba dando forma a la obra, como si la sacase a la realidad desde un lugar oculto a través de mis manos. La magia del proceso creativo.
Inspiración
Las emociones son mi principal impulso para crear. La experiencia física que acompaña a los sentimientos, las vivencias y todo lo que nuestro cuerpo nos puede llegar a contar, son lo que trato de explorar cuando pinto. Lo inexplicable del contacto con la naturaleza, con nosotras mismas o con otra piel. La añoranza de otro cuerpo o el cobijo del abrazo de las personas que amamos.
Adoro contemplar la belleza del cuerpo en toda su complejidad, sus pliegues, irregularidades, su aspecto ante las luces y sombras, lo que refleja.
La piel es nuestra capa visible, protectora y detectora, pero sobre todo es nuestra unión constante con el mundo tangible. Dialogamos con el entorno y lxs otrxs a traves de ella sin ser siquiera conscientes.
La piel nos habla. Cuenta historias de pérdida, desamor, dolor e incertidumbre, pero también de deseo, cariño, paz y alegría. La piel tiene memoria, siente hambre y sed. Le duele el vacío, al perder ese cuerpo conocido que era casi parte del nuestro y , con el tiempo, nuestra mente olvida… pero nuestra piel recuerda, siempre recuerda.